La interacción entre la naturaleza y el ser humano nos lleva a una constante transformación del paisaje. Cuando llegas a Portomarín te das cuenta de cómo las personas somos capaces de modificar paisajes, pueblos e historias, y Portomarín tiene la suya propia. ¡Descúbrela en esta parada!

La actividad forestal, produce bienes incalculables para la sociedad, como la mejora de la calidad del aire y del agua, la estabilidad de los suelos o la biodiversidad entre muchos otros. Un daño en el monte, puede requerir de años y hasta siglos para poder ser reparado, como sucede en el caso de los incendios forestales.
El cambio climático es uno de los factores influyentes en los incendios forestales, pero el abandono del territorio y por ende la escasa gestión del monte son determinantes. Por ello, promover y potenciar el desarrollo rural, añadiendo valor a los recursos naturales e incentivando a las comunidades de montes vecinales y propietarios particulares para el uso y explotación sostenible de los mismos, es uno de los objetivos de la certificación forestal PEFC.

¿De quién es el monte? Montes vecinales en Portomarín

Galicia es sin lugar a dudas, la mayor potencia forestal de España y una de las más importantes de Europa. 

La superficie total de Galicia es de 2.957.447 ha, de las cuales, 2.030.681 ha están clasificadas como uso forestal. El 69% de la superficie forestal, 1.424.094,17 ha, es superficie arbolada, por lo que podríamos decir, que la mitad de Galicia está arbolada.  

¿A quién pertenece el monte?

El 97% de la propiedad forestal en Galicia es privada, el 64% en manos de particulares y el 33% restantes pertenecen a Comunidades de Montes Vecinales en Man Común (CMVMC). Los montes públicos representan solo el 3% de la superficie forestal.

El número de propietarios privados supera los 650.000, con una superficie media de aproximadamente 2-3 hectáreas fragmentadas a su vez en distintas parcelas, lo que complica la gestión profesional. 

La superficie media de los montes vecinales es de 220 ha, lo que permite una mejor planificación y mayor diversificación de producción y usos: madera, pastos, leña, setas, miel, recreo, caza, etc. En la actualidad, la Conselleria de Medio Rural cuenta en su registro con 3.326 comunidades, aunque su distribución no es homogénea en las 4 provincias gallegas. Ourense es la provincia que cuenta con mayor número y superficie de montes vecinales, 39,2%, y A Coruña es la que tiene un menor peso específico en relación a este tipo de propiedad, representando tan solo un 9,1%. 

La provincia de Lugo, ocupa el segundo lugar en número de montes vecinales en mano común, con una superficie total de 220.566 ha. De los 19 Distritos Forestales en los que se subdivide el territorio gallego, Portomarín se encuentra enmarcado en el Distrito IX, siendo este el primero en número de montes vecinales de la provincia de Lugo y el tercero en Galicia, aunque la superficie de sus montes es inferior a la media, unas 160ha por monte.

Portomarín es uno de los municipios del Camino Francés que cuenta con mayor número de montes vecinales, y muchos de ellos ya se han sumado a la Certificación Forestal PEFC, visibilizando así su buena gestión y proporcionando la garantía de sostenibilidad de sus productos.

¿Cómo se certifica una gestión forestal sostenible?

La certificación PEFC está perfectamente adaptada a nuestros montes, por contar con un Sistema Español de Certificación Forestal, creado por y para los silvicultores, propietarios y gestores forestales españoles. Este sistema nacional también cumple con los requisitos internacionales más estrictos.

Certificación adaptada a las pequeñas superficies

La Certificación de Gestión Forestal PEFC se adapta perfectamente a los propietarios de pequeñas superficies forestales, así como a las propiedades forestales familiares, haciéndola accesible para todos, prestando especial atención a las necesidades específicas, los costos y las estructuras operativas de los propietarios forestales privados, las familias y las comunidades locales.

Las modalidades de certificación agrupada, tanto Regional como Grupal, contemplan la adhesión de múltiples propietarios en un certificado, lo que hace que la certificación sea alcanzable y práctica.

Nuestras CIFRAS.

De los 53.000 propietarios y gestores forestales certificados en España, más de 47.000 son gallegos.

SOLO 5 PASOS PARA CERTIFICAR TU MONTE

  • 1. Tener un Plan de Gestión aprobado por la administración competente o avalado por un Colegio Oficial de Montes/Forestales.

Un Plan de Gestión es un documento o conjunto de documentos que individual o colectivamente establece la gestión forestal de una unidad de gestión o grupo de unidades de gestión, sobre el cual el administrador o administradores tienen control.

  • 2. Realizar una Gestión Forestal Sostenible de acuerdo con la Norma Nacional UNE 162.002 de Criterios e indicadores de Gestión Forestal Sostenible.

La Norma UNE 162.002 es una norma nacional, adaptada a la realidad territorial del monte español, y que contempla la multifuncionalidad del mismo. Incluye numerosos indicadores englobados en los 6 criterios de sostenibilidad: biodiversidad, funciones productivas, mitigación del cambio climático, salud y vitalidad de los bosques, funciones protectoras de los bosques y aspectos socioeconómicos.

  • 3. Solicitar tu certificado

3.1 Solicita la adhesión a un certificado existente

Deberás conocer los requisitos, así como los derechos y deberes para adherirse a un certificado de grupo o regional. El 70% del área nacional certificada está dentro de un certificado regional, y más del 75% de los propietarios y silvicultores certificados están agrupados en un certificado de grupo.

3.2 Solicite un Certificado de Gestión Forestal Sostenible

Si no te has unido a un certificado existente, puede crear una nueva entidad solicitante y obtener tu propio certificado, individual, grupal o regional.

  • 4. Colaborar con los procesos de auditoría.
  • 5. Obtener el Certificado de Gestión Forestal Sostenible y la licencia de uso de la marca PEFC.

Después del proceso de auditoría, el organismo de certificación otorga el Certificado de Gestión Forestal Sostenible a la entidad solicitante en la modalidad que corresponda. Finalmente, PEFC España o PEFC Galicia (en nuestra Comunidad) otorga una licencia de marca con un número específico, asociado al certificado de Gestión Forestal Sostenible otorgado por el organismo de certificación.

Incendios forestales

En España el fuego quema miles de hectáreas de monte cada año, y Galicia no es una excepción. 

La evolución de la superficie quemada y el número de incendios por año en las últimas décadas ha sido variable, pero según los datos registrados por la Conselleria de Medio Rural, podrían establecerse diferentes etapas en relación al número de incendios, superficies afectadas y avances en los medios de extinción, aunque esto no signifique que están íntimamente relacionados porque los incendios dependen de muchas más variables que la climatología de cada año, ya que un elevadísimo porcentaje de siniestros se debe a una clara intencionalidad. 

Fonte: USC

Podría hablarse de una primera etapa que comprendería un periodo de unos 15 años, entre 1976 a 1990, en los cuales solamente 3 años la superficie quemada no llegó a 30.000 ha, en 7 se superaron las 60.000 ha y se alcanzó el máximo histórico en el año 1989, con casi 200.000 ha afectadas. Este año fue un punto de inflexión, y a partir de 1990 se inició un operativo específico para la lucha contra los incendios forestales en Galicia.

Entre 1991-2006 se reducen los datos relativos a la superficie quemada, alcanzando el pico máximo en el año 2006, con más de 60.000 ha calcinadas. A diferencia de la etapa anterior, aumenta significativamente el registro de incidencias por número de fuegos, posiblemente debido a la mejora de los sistemas de información, comunicación y toma de datos, en la evolución y mejora del dispositivo contra incendios sumado a otros muchos más factores y causalidades de los siniestros. 

Desde 2007 a 2021, se produce un descenso generalizado de las medias tanto de superficie quemada, unas 16.200 ha anuales, como de número de fuegos, sobre 2.800 anuales, excepto en 2011 y 2017 que se superan las 30.000 ha quemadas. En este período sufre un ligero aumento la ratio de superficie arbolada quemada respecto a la total.

¿A qué llamamos grandes incendios forestales? son aquellos incendios que superan las 500 ha de superficie afectada y que, por sus características y condiciones, influyen en gran medida en el funcionamiento del dispositivo de extinción, debido principalmente a la gran cantidad de recursos y tiempo necesarios para hacerles frente. 

En las 3 últimas décadas, se han producido 160 grandes incendios en Galicia, la mitad en la provincia de Ourense. Aunque también Pontevedra y A Coruña han sido altamente afectadas, sobre todo en el año 2006 donde se produjeron grandes incendios de forma simultánea en ambas provincias.

Un incendio de sexta generación hace referencia a aquellos incendios que son capaces de modificar la meteorología del lugar donde se encuentran, creando su propia atmósfera. Tienen una elevada capacidad destructiva ya que liberan una enorme cantidad de energía, con alta velocidad de propagación y columnas convectivas (nubes ascendentes) que dan lugar a pirocúmulos que condicionan la evolución del fuego.

Estos incendios tienen una circulación de aire continua, provocando que el fuego se retroalimente continuamente de oxígeno, provocando incluso lo que llamamos tormentas de fuego, lo que genera focos secundarios.

El primer incendio de este tipo en Europa, posiblemente sea alguno de los que afectó a Portugal en 2017, en la que perdieron la vida más de 60 personas y se calcinaron cerca de 500.000 has.

Este tipo de fuegos son inabordables por los equipos de extinción debido a su extrema peligrosidad, por ello, el trabajo de extinción debe ser previo para que el incendio no ocurra o en todo caso que el daño que ocasione sea menor.

El cambio climático es uno de los factores que influye en los incendios forestales, pero el abandono del territorio y por ende la escasa gestión sobre el monte, quizás sean factores más determinantes. 

Es necesario contar con una planificación forestal para que las masas forestales estén bien gestionadas. Ser capaces de aprovechar recursos como la propia orografía del lugar para establecer cortafuegos naturales o dar discontinuidad al tipo de vegetación pueden ser decisivos a la hora de afrontar un incendio.

La introducción del silvopastoreo, en muchos casos, está siendo fundamental para el control de la vegetación y la biomasa forestal. Caballos, cabras, vacas… son clave en la prevención de incendios como medida complementaria a las actividades silvícolas, las franjas de biomasa y la creación de cortafuegos.

¿Qué saber?

La interacción entre la naturaleza y el ser humano nos lleva una constante transformación del paisaje. Comprender el paisaje permite acercarse a las comunidades que la habitan.

Portomarín nació al lado de un puente romano sobre el río Miño, el río más largo de Galicia, y el más caudaloso tras recibir las aguas de su principal afluente, el Sil.

En 1946 el pueblo de Portomarín fue declarado Conjunto Histórico Artístico.
Los vestigios arqueológicos que proliferan por todo o municipio, en forma de medorras y castros, como el Castro de Castromaior, del que te hablaremos en esta parada, dejan entrever la importancia que el municipio tuvo históricamente y en la actualidad.

El antiguo Portomarín estaba constituido por dos barrios, separados por el río Miño. El puente romano construido en el siglo II unía las dos zonas del pueblo, siendo aprovechado por los peregrinos en su camino a Santiago, convirtiéndose en un enclave destacado del Camino ya que era uno de los pocos puentes que antiguamente permitían cruzar el Miño. 

Cuando en 1962 se construyó el embalse de Belesar, el nuevo Portomarín se trasladó al margen derecho del río Miño, en las tierras altas del Monte do Cristo. Antes de que las aguas del Miño anegasen por completo el pueblo, los edificios más importantes se trasladaron piedra a piedra para su reconstrucción. Las piedras fueron numeradas y ensambladas hasta su actual emplazamiento, como las iglesias de San Nicolás y San pedro o algunos pazos como el de Conde da Maza, Pazo dos Pimentales o el de Berbetoros.

El viejo Portomarín duerme bajo las aguas del embalse de Belesar. Sobre todo, en época estival, cuando el nivel del agua baja, puedes visibilizar los restos de las antiguas edificaciones, el malecón y el primitivo puente.

En el actual Portomarín podrás pasear por sus calles empedradas o bajo los soportales que lo dotan de un encanto especial. 

El municipio cuenta con muchos monumentos y lugares destacados que puedes visitar. 

ESCALINATA DE PORTOMARÍN o ESCALINATA E CAPELA DAS NEVES

Todo peregrino que llegue a Portomarín haciendo el Camino de Santiago Francés, pasa por la Escalinata. Está situada a la entrada del pueblo, una vez cruzas el puente sobre el embalse, te encontrarás con unas escaleras realizadas en granito, que ayudan a salvar el desnivel existente entre la zona del embalse y el centro del pueblo. La Escalinata de Portomarín, que te conducirá a la capilla de la Virgen de las Nieves, situada en un arco del antiguo puente medieval. En la parte alta de la escalinata podrás disfrutar de unas preciosas vistas al embalse. 

IGLESIA PARROQUIAL DE SAN NICOLAO

Lo que más sorprende es su aspecto de fortaleza militar, con un gran rosetón con vidrieras en su fachada, y en la portada principal puedes ver representados los 24 ancianos del Apocalipsis tocando sus instrumentos. Fue realizada por uno de los colaboradores del Maestro Mateo a principios del siglo XIII.

Otros puntos de interés de Portomarín son la IGLESIA DE SAN PEDRO, el PUENTE DEL MIÑO, la Casa Consistorial de Portomarín (PAZO DEL CONDE DE LA MAZA), PAZO DE BERBETOROS (o Casa de la Marquesa), o el MUSEO DE LA HISTORIA DE LA AUTOMOCIÓN EN MINIATURA.

El municipio cuenta también con instalaciones dedicadas a actividades náuticas; vela y piragüismo, incluso ofrece a posibilidad de hacer un recorrido en catamarán por las aguas del embalse de Belesar, dentro de las rutas turísticas de la Ribeira Sacra.

Castro de Castromaior

A tan solo 10 kilómetros de Portomarín, puedes ver sobre una elevación el castro de Castromaior. Visitar este conjunto arqueológico no supone ningún rodeo ni desvío en tu camino. 

Se trata de uno de los yacimientos arqueológicos de la Edad del Hierro más relevantes del Noroeste de la Península Ibérica. 

Con una superficie aproximada de 5 hectáreas, y un buen estado de conservación, podemos observar un recinto principal más alto, casi circular, al que se unen otros cuatro hacia el Este y uno más al Oeste, formando sucesivas plataformas, todas ellas delimitadas claramente por líneas de murallas, defensas de tierra con empalizadas y fosos que circundan cada recinto dándole al poblado un aspecto fortificado. Las viviendas no son de planta circular, sino rectangulares con las esquinas redondeadas, lo que implica un cierto grado de romanización.

En 1992 es catalogado y se incluye en el Inventario General de Yacimientos Arqueológicos de Galicia, comenzando en 2006 los trabajos de prospección superficial y sondeos arqueológicos para determinar la potencialidad del yacimiento. En años posteriores continuaron los trabajos para definir el poblado y precisar su cronología. En 2010 es declarado Bien de Interés Cultural (BIC).

Justo al borde del Camino, puedes encontrar el Centro de Interpretación inaugurado a principios de 2022.

El Papel de PEFC

La gestión forestal es un proceso a largo plazo, y los resultados de las buenas prácticas a menudo sólo se aprecian después de décadas. La certificación forestal PEFC pone en valor la gestión forestal sostenible que realizan propietarios y gestores, siendo avalada por una tercera parte independiente. 

Una Gestión Forestal Sostenible, supone ventajas ambientales como reducción de riesgo ante incendios y plagas, conservación de la biodiversidad y de recursos como el agua y el suelo.

Una adecuada Gestión Forestal, proporciona beneficios económicos derivados de la mejora de la productividad y de la racionalización del proceso de aprovechamiento. Los montes, además de madera, también producen pastos, resinas, corcho, frutos, setas, miel, leña; todos estos productos se traducen en beneficios para las personas, generación de empleo y, en definitiva, contribuye al desarrollo rural.

Iniciativa promovida por el programa “O teu Xacobeo” de la Xunta de Galicia